Cosplay Stuff! Venta de pelucas, lentes de contacto y artículos importados!

Podés entrar a la web para informarte :D www.cosplaystuff.com.ar

Traigo a pedido pelucas para cosplay o de estilo natural, lentes de contacto con diseño, naturales o circle lens, como los que usan las chicas asiáticas para simular ojos super kawaii!!

- Cómo hago para comprar las pelucas?
- Cómo hago para comprar los lentes?

Si hay algún artículo de eBay u otra web que te interese, también puedo comprarlo : )

- Cómo hago para comprar artículos importados?

En las guías de compra se explica TODO ;D

lunes, 17 de octubre de 2011

Last goodbye~


 Hoy me pasó algo muy emocionante. Tuve un sueño MUY real... yo se que fue más que un sueño. Fue hermoso, lo voy a contar como si realmente hubiese pasado... porque, de hecho, siento que pasó.

 Estaba sentada en la cocina, cuando desde el patio viene corriendo la Tofi por el pasillo hasta llegar a mi... a todo galope! :P Empecé a acariciarle todo el lomito... estaba TAN suave como la recordaba, toda regordeta, saludable y contenta :) Ella empezó a rasquetearme el pantalón, como hacía siempre con sus uñitas a gran velocidad, y yo no dejaba de sacudirla mientras la acariciaba, como cuando uno da coscorronazos de desesperación con toda la emoción hahaha :3 En ese momento pensé: "... está bien esto?", porque... yo sabía que ella en realidad ya no estaba... Me acuerdo que la Tofi estaba toda gordita y super feliz! Y yo también (gordita y feliz :P)!! Estábamos disfrutando al máximo ese reencuentro!! En un momento, me pregunté a dónde estaba la Puni, porque CLARO, ella también tenía que venir a saludarla!! Miré hacia el pasillo y la ví a la Puni, estaba mirando todo atentamente, como asomadita y sorprendida, pero no vino con nosotras.
 Mientras yo seguía jugando con la Tofi, me dije: "tengo que sacarle una foto... para que me quede de recuerdo". Tenía miedo de levantarme, pero lo hice. Me levanté, fui hasta mi pieza y cuando volví a la cocina, la Tofi se iba dando saltitos de nuevo hasta el patio. Angustiada, corrí atrás de ella mientras la llamaba, para luego verla entrar por un hueco abajo de la escalera... me agarré de la reja y dí unos pasos saliendo a penas al patio, cuando del hueco sale un gato negro que me miró fijo. Me quedé helada. Golpeé fuerte mi pié contra el piso, tratando de ahuyentar al gato, pero éste me miraba fijo y como que se agachaba con cada golpe, pero ni se movía. Entonces retrocedí unos pasos... sentía mucho miedo, pero algo de respeto y tristeza... era muy raro. Lo miré nuevamente a los ojos y se me llenaron de lágrimas, di un último pisotón y... me desperté.

 Cómo me arrepentí de haberme levantado del piso... :'(




 Crean lo que gusten, pero ese momento no me lo quita nadie! :') Las sensaciones, lo real que fue... yo se que vino a despedirse por última vez... a mostrarme que estaba bien, a saludar a su mamá. La extraño muchísimo, todo el tiempo... u__u
 Como ese reencuentro, nada dura para siempre, pero ella va a estar en mi memoria y corazón para toda la vida~ Te amo, mi Tofi!

miércoles, 12 de octubre de 2011

Orgullo :) que no es lo mismo que ego ;)

Nueva página en Facebook de Cosplay Stuff!!
Dale "click" a la imagen ;3
Para productos de entrega inmediata y comentar las notas, así nadie se queda afuera n.n



A veces uno se lleva las palabras más gratificantes de quién menos lo imagina~

Hace unos días, tuve el agrado de conocer a Mario, Adrián y Ricardo. Tuvimos una charla muy agradable con ellos, Aída y Pablito y, entre muchos temas que se hablaron, yo mencionaba lo siguiente:
Hay veces que me deprimo, pienso que me va mal o me quejo de mi trabajo, pero… el otro día mientras meditaba, me dije: “yo debería estar muy agradecida”. Fue en ese momento que, por primera vez, caía en lo grande que había hecho. Por primera vez, me sentí muy orgullosa de mi y muy agradecida de poder trabajar de lo que me gusta, de algo que tanto esfuerzo me costó.
Y así les conté la historia de Cosplay Stuff muy resumida~ Al principio no era más que un intercambio de mails, luego hice una página y me llevó muchos días hacer las guías de compra (las cuales sigo mejorando). Cuando me di cuenta de la magnitud que iba teniendo “la tienda”, creé un facebook a pedido de los clientes, después un grupo y luego, desbordada de mensajes, decidí dividir la tienda online en pelucas y lentes por un lado y productos importados por otro. Cuando me di cuenta, Cosplay Stuff había crecido tanto… yo crecí tanto! A lo largo de los años tuve errores que supe corregir, así también hice muchas mejoras y, día a día, voy perfeccionando y actualizando este… empleo, no? Para seguir creciendo más y más! Siempre se puede más!!!

Cuando terminé de contarles esto, estaba bastante emocionada, ya que, como dije, fue ahí que me di cuenta de lo graaaaande que había hecho yo solita. Ahí fue cuando Mario nos contó una historia, que luego de buscar en internet, supe que era un cuento de Jorge Bucay.
Obviamente que ni se compara escuchar la historia contada con la emoción y gestos de Mario, sin mencionar que era como escuchar a Goku hablando e.e hahaha Pero tengo el gusto de compartirlo con ustedes :)



El portero del Prostíbulo, por Jorge Bucay.

No había en el pueblo un oficio peor conceptuado y peor pago que el de portero del prostíbulo. Pero ¿qué otra cosa podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio. En realidad, era su puesto porque su padre había sido portero de ese prostíbulo y también antes, el padre de su padre.

Durante décadas, el prostíbulo se pasaba de padres a hijos y la portería se pasaba de padres a hijos. Un día, el viejo propietario murió y se hizo cargo del prostíbulo un joven con inquietudes, creativo y emprendedor. El joven decidió modernizar el negocio.
Modificó las habitaciones y después citó al personal para darle nuevas instrucciones.
Al portero, le dijo:
- A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar una planilla semanal. Allí anotará usted la cantidad de parejas que entran día por día. A una de cada cinco, le preguntará cómo fueron atendidas y qué corregirían del lugar. Y una vez por semana, me presentará esa planilla con los comentarios que usted crea convenientes.

El hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo pero.....
- Me encantaría satisfacerlo, señor -balbuceó- pero yo... yo no sé leer ni escribir.

- ¡Ah! ¡Cuánto lo siento! Como usted comprenderá, yo no puedo pagar a otra persona para que haga esto y tampoco puedo esperar hasta que usted aprenda a escribir, por lo tanto...
- Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida, también mi padre y mi abuelo...

No lo dejó terminar.
- Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Lógicamente le vamos a dar una indemnización, esto es, una cantidad de dinero para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo siento. Que tenga suerte. Y sin más, se dio vuelta y se fue.

El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. Llegó a su casa, por primera vez desocupado. ¿Qué hacer?

Recordó que a veces en el prostíbulo, cuando se rompía una cama o se arruinaba una pata de un ropero, él, con un martillo y clavos se las ingeniaba para hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó que esta podría ser una ocupación transitoria hasta que alguien le ofreciera un empleo.

Buscó por toda la casa las herramientas que necesitaba, sólo tenía unos clavos oxidados y una tenaza mellada. Tenía que comprar una caja de herramientas completa. Para eso usaría una parte del dinero recibido.
En la esquina de su casa se enteró de que en su pueblo no había una ferretería, y que debía viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra. ¿Qué más da? Pensó, y emprendió la marcha.

A su regreso, traía una hermosa y completa caja de herramientas. No había terminado de quitarse las botas cuando llamaron a la puerta de su casa. Era su vecino.
- Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme.
Mire, sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como
me quedé sin empleo...
- Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano.
- Está bien.
A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta.
- Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?
- No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería está a dos días de mula.
- Hagamos un trato -dijo el vecino- Yo le pagaré a usted los dos días de ida y los dos de vuelta, más el precio del martillo, total usted está sin trabajar. ¿Qué le parece?.

Realmente, esto le daba un trabajo por cuatro días... Aceptó. Volvió a montar su mula.
Al regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa.
- Hola, vecino. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo?
- Sí...
Yo necesito unas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus cuatros días de viaje, y una pequeña ganancia por cada herramienta. Usted sabe, no todos podemos disponer de cuatro días para nuestras compras.

El ex - portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue.
"...No todos disponemos de cuatro días para compras", recordaba. Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que él viajara a traer herramientas.

En el siguiente viaje decidió que arriesgaría un poco del dinero de la indemnización, trayendo más herramientas que las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo de viajes.
La voz empezó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el viaje.
Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes.

Pronto entendió que si pudiera encontrar un lugar donde almacenar las herramientas, podría ahorrar más viajes y ganar más dinero. Alquiló un galpón.

Luego le hizo una entrada más cómoda y algunas semanas después con una vidriera, el galpón se transformó en la primer ferretería del pueblo.

Todos estaban contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, de la ferretería del pueblo vecino le enviaban sus pedidos. Él era un buen cliente.

Con el tiempo, todos los compradores de pueblos pequeños más lejanos preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha.
Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricar para él las cabezas de los martillos.
Y luego, ¿por qué no? Las tenazas... y las pinzas... y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los tornillos.....

Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel hombre se transformó con honestidad y trabajo en un millonario fabricante de herramientas. El empresario más poderoso de la región.

Tan poderoso era, que un año, para la fecha de comienzo de las clases, decidió donar a su pueblo una escuela. Allí se enseñaría además de lectura y escritura, las artes y los oficios más prácticos de la época.

El intendente y el alcalde organizaron una gran fiesta de inauguración de la escuela y una importante cena de agasajo para su fundador. A los postres, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad y el intendente lo abrazó y le dijo:
- Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primer hoja del libro de actas de la nueva escuela.
- El honor sería para mí -dijo el hombre-. Creo que nada me gustaría más que firmar allí, pero yo no sé leer ni escribir. Yo soy analfabeto.
- ¿Usted? -dijo el intendente, que no alcanzaba a creerlo- ¿Usted no sabe leer ni escribir? ¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto, ¿qué hubiera hecho si hubiera sabido leer y escribir?
- Yo se lo puedo contestar -respondió el hombre con calma-. Si yo hubiera sabido leer y escribir... sería el portero del prostíbulo!.




Tenía la piel de gallina cuando terminó… la contó con tanto sentimiento… un poco más desarrollada, me gustó más su versión :) A veces estamos tan metidos en hacer una cosa en particular, que no nos damos cuenta del proceso que eso lleva. Pensamos que nos estamos perdiendo de ciertas cosas, cuando en realidad estamos haciendo algo grande! Y así fue, cuando me di cuenta ahí estaba “mi tienda de herramientas” :’)